Fotovoltáica, eólica y biomasa

Fotovoltáica, eólica y biomasa

Las energías renovables también se renuevan. Junto a la tradicional hidráulica, crecen la fotovoltaica, que utiliza paneles metálicos para convertir la luz solar en corriente eléctrica continua, a su vez transformada en corriente alterna; la eólica, que aprovecha la energía cinética del viento; o la biomasa, que extrae combustible de la energía química generada en las plantas.

Las renovables han generado en 2009 el 18 por cien de la energía consumida en el mundo. España es hoy el cuarto país, después de China, Estados Unidos y Alemania, en potencia instalada de electricidad renovable.

La inversión en esta industria se ha cuadriplicado en seis años, a pesar del descenso del precio del petróleo o de la crisis. Hoy esa inversión es superior a la dedicada al desarrollo de energías fósiles. El gas, petróleo, carbón serán dominantes durante más de cien años, pero la tendencia a suplirlos con renovables es más rápida de lo esperado.

La inversión mundial a comienzos del 2010 sigue en esa línea: en el primer semestre de este año, la cifra invertida en renovables crece en torno al 22 por cien sobre el mismo período de 2009. Con una peculiaridad: una parte creciente de la inversión se dedica a nuevos sistemas de ahorro de energía, que todavía hoy se derrocha (durante la Segunda Guerra mundial los rascacielos de Manhattan se mantenían encendidos durante toda la noche).

Sobre la inversión por regiones, leemos en el Informe sobre Energía de Naciones Unidas: en los 95.000 millones de euros invertidos al margen del presupuesto de I+D, la clasificación mundial está encabezada por primera vez por China, con 27.000 millones de euros y un aumento del 53 por cien; seguida de Estados Unidos, Reino Unido y España.

La potencia de España en fotovoltaica está siendo encabezada por grandes compañías, Iberdrola, Acciona, y por una de las pequeñas del Ibex 35, es decir, una empresa grande, con decenas de miles de empleados en 40 países, la sevillana Abengoa.

Alemania lleva a cabo un esfuerzo denodado en energía solar. El proyecto Desertec, en el Sahara, permitiría a Europa obtener el 15 por cien de sus necesidades actuales de electricidad. Pero lo instalado por los sevillanos no es un proyecto, sino una realidad: su planta de Sanlúcar la Mayor generará electricidad para 153.000 hogares y, lo que es más importante, evitará la emisión a la atmósfera de 185.000 toneladas de CO2.

Toda crisis impulsa grandes proyectos o los frena de golpe. La Agencia Internacional de la Energía, IEA, no cree imposible que el barril de petróleo suba hasta 130 dólares de aquí a 2012. Los riesgos no son menores: decepcionante final de la cumbre de Copenhague, dificultades de la Administración Obama en el Congreso, reducción de ayudas por los gobiernos europeos…