03 Mar La subida del IVA recortará las ventas de coches en 131.300 unidades, según el sector
LUIS M. ONTOSO | MADRID
La sensación predominante es de «déjà vu» («ya está hecho»). Ni siquiera la euforia por el aumento del número de matriculaciones durante los primeros meses del año ha servido a las compañías de fabricación y distribución de vehículos para vencer el desánimo.
El desplome por el incremento del IVA (impuesto sobre el Valor Añadido) en dos puntos (del 16 al 18%) a partir del próximo día 1 de julio podría resultar similar –o incluso peor– al que se produjo hace dos años, cuando la extinción del Plan VIVE asestó el golpe de gracia a un sector cuyas ventas descendían en caída libre. Para este año, la patronal de los concesionarios (Faconauto) advierte de que el aumento fiscal se saldará con una reducción de las ventas en el segundo semestre de 131.391 vehículos, un 22,25% menos que en los primeros seis meses del año.
La cifra de los vendedores, por abultada que parezca, no resulta exagerada. La asociación de fabricantes (Anfac) estima que las caídas podrían incluso rozar el 30% y cuantifica las ventas anuales en cotas inferiores a las de Faconauto.
Lejos del millón de coches
«Los descensos estarán compensados por las cifras del primer semestre, pero ni por asomo llegaremos al millón de unidades», señala Anfac.
Pero la subida de los tipos impositivos no vendrá sola. La confluencia de la nueva fiscalidad con un entorno económico desfavorable y el final en mayo o junio de las ayudas directas a la compra previstas en el Plan 2000E generará un efecto que ya se ha bautizado en el sector como la «tormenta perfecta».
La nueva subida de impuestos se va a coordinar con la retirada de los incentivos, con lo que junio va a marcar un punto de inflexión importante
Sin duda, el programa de incentivos elaborado por el Gobierno supuso un «balón de oxígeno» para el mercado del automóvil español. Permitió cerrar el pasado ejercicio de 2009 con cerca de un millón de matriculaciones (952.772 unidades), pese a la manifiesta debilidad de la demanda.
Pymes maniatadas
«Volveremos a los momentos más agrios de caída de ventas. Este es un sector muy frágil, compuesto por 3.200 pymes sin márgenes de actuación sobre los costes», señala Antonio Romero–Haupold, presidente de Faconauto.
La asociación de vendedores de vehículos a motor (Ganvam) ya alertó la semana pasada de la incapacidad de los distribuidores para desviar el incremento de los tipos impositivos del precio final. La subida del IVA se reflejará, según la organización, en un encarecimiento del vehículo de entre 400 y 450 euros, que se sumará a «la muerte prematura» de las ayudas a la compra, en algunos casos cercanas a los 2.000 euros.
El sector de los ERE
Los efectos que esta situación generará sobre el empleo son devastadores. «El primer impacto se producirá en la distribución, pero terminará llegando a la fabricación», explican fuentes de Anfac, que en mayo del año pasado contabilizó a más del 50% de los trabajadores de sus factorías afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE).
Los vendedores calculan que perderan 10.000 empleos con la medida
En el caso de los vendedores, las previsiones tampoco resultan alentadoras. «Perderemos 10.000 empleos o más –avisa Juan Antonio Sánchez, presidente de Ganvam–. Nadie pone en duda que después de atravesar una grave enfermedad el sector saldrá más fuerte, con más posibilidades de subsistir. El problema será los que se hayan quedado en el camino».
Sobre este asunto, el vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal (Confemetal), Javier Ferrer, dijo esta semana que el sector «se teme lo peor» para cuando finalicen las ayudas para la compra de coches y a la adquisición de electrodomésticos y, además, suba el IVA.
Ferrer subrayó que la propuesta del Gobierno de subir ese impuesto «no constituye la solución de los problemas de España». Por eso, apostó por «tomar más medidas y que las administraciones públicas hagan más sacrificios».