Ford fabricará coches con menos extras electrónicos para paliar la escasez de chips

Ford fabricará coches con menos extras electrónicos para paliar la escasez de chips

La medida permite a Almussafes adelantar a agosto el retorno del turno de noche

En la era de la digitalización, al automóvil no le queda otra que deshacer camino y volver a lo analógico. Es la paradoja en la que se encuentra el sector ante la escasez de microchips a escala global que está castigando a esta y otras industrias desde finales del año pasado. Estos diminutos componentes de silicio son el cerebro de los cientos de dispositivos electrónicos que hoy en día incorpora cada coche, por lo que sin ellos no se puede rematar el proceso de fabricación.

Este escenario ha provocado que todas las compañías automovilísticas hayan tenido que parar plantas para ajustar la producción al número de semiconductores que pueden adquirir. Ford ha hecho lo propio durante estos primeros meses de carestía en Almussafes, donde tras la pandemia los ERTE han seguido cayendo uno tras otro y el número de unidades fabricadas se ha desplomado más que durante la fase dura de la crisis sanitaria.

Este lunes, sin embargo, dirección y sindicatos pactaron adelantar un mes la vuelta del turno de noche, que fue suspendido en mayo y no se esperaba reactivar hasta finales de septiembre, lo que de facto supondrá recuperar «gradualmente» parte de la producción y del empleo —en este turno trabajan unas 700 personas—. El motivo, según apuntan representantes sindicales de la factoría valenciana consultados por este diario, es que la marca del óvalo ha optado por «readaptarse a la situación» de falta de chips y va a lanzar al mercado «versiones de modelos que no incorporen tantos semiconductores», según las fuentes consultadas.

Es decir, en algunos lotes de ciertos modelos se van a eliminar extras para sacar a la venta el modelo idéntico pero con menos dispositivos electrónicos para hacer un uso más eficiente de los chips disponibles. Un ejemplo de componente que, según las fuentes, podría sacrificarse en algunas versiones sería el asistente de aparcamiento.

El presidente del comité de empresa de Ford Almussafes, Carlos Faubel (UGT), entiende que es una «buena estrategia de diversificación» ya que «permite ampliar la oferta y esperemos que también aumentar ventas y recuperar empleos». En ese sentido y a falta de ver cómo funciona el plan de Ford a nivel de ventas, el giro de guión va a permitir empezar a reactivar el turno de noche a partir del 25 de agosto. «Si la cosa funciona, a principios de septiembre» estaría totalmente restablecido, según Faubel.

El líder sindical añade que la sección nocturna de la planta de montaje retomará su nivel de actividad completo desde el inicio, y el resto de líneas irán detrás. Así, de confirmarse la previsión más optimista, a inicios de curso el número de afectados por el ERTE actual, que ronda los 1.400 trabajadores al día, se reduciría «a menos de la mitad». Ford no es la única compañía que está adaptándose a las necesidades que dicta el mercado. Stellantis ya adoptó una solución similar hace unos meses, cuando decidió remplazar en algunos de sus modelos de Peugeot el velocímetro digital por los clásicos de aguja, que al ser analógicos no requieren semiconductores.

No es la única idea creativa que ha surgido en estos meses de escasez. La propia multinacional norteamericana está barajando enviar los vehículos inacabados a sus distribuidores para que estos puedan añadir el elemento electrónico que les falte y evitar así los retrasos adicionales que se están generando en el suministro de los coches, según informaron esta semana medios de Detroit citando fuentes de la compañía.