10 Mar Ford Focus
Francisco del Brio El Ford Focus es un auténtico coche global que se venderá, con pequeñas modificaciones, en Europa y Estados Unidos, de forma que según el fabricante hasta el 80% de las piezas serán iguales y las diferentes vnedrán dictadas por la normativa de los mercados. Será por esta razón, y porque para Ford este modelo es el corazón de sus ventas, pero lo cierto es que el Focus pasa por ser el mejor desarrollo en su conjunto de la marca de las últimas décadas. El Focus toma claras ventajas sobre modelos de su segmento, con especial relevancia en los equipamientos relacionados con la seguridad activa y ayudas a la conducción. El diseño del Focus está inspirado en el programa Kinetic, que en el frontal se muestra en toda su magnitud, lo que quizá produce un exceso de líneas y huecos o facetas, algo que seguro gustará a muchas personas. Por otro lado el Focus es uno de los modelos del segmento C con mayores dimensiones exteriores, con 4,36 metros de largo en 5 puertas, 4,53 en 4 puertas y 4,57 metros en la versión familiar Wagon. Pero sobre todo es muy ancho. Esas cotas no son tan evidentes en el interior, en especial en la parte trasera, pero el confort de los pasajeros no resulta muy comprometido. Conducción muy agradable Visto de frente, el Focus muestra en el parabrisas un conjunto de cámaras y sensores (según acabados) que cumplen distintas funciones, como detectar objetos y vehículos través de un rádar o leer las señales de tráfico. Pero también hay otros muchos sensores repartidos en el entorno del coche, para leer las señalización horizontal, para la ayuda al aparcamiento, además de los que controlan la velocidad de las ruedas y los interiores para medir las temperaturas del habitáculo, hacen de este coche el más monitorizado del mercado. Veamos para que sirve tanto sensor. El «Lane Departure Warning» avisa a través de una vibración sobre el volante cuando detecta una desviación no intencionada del carril; es decir, si no ponemos los intermitentes. Se desactiva por debajo de 60 km/h y se complementa con el «Lane Keeping Aid», que al sobrepasar marcas viales, sin poner el intermitente, actúa haciendo una peqeuña fuerza en el volante para devolver el coche al carril, aunque lógicamente sólo lo hace si la desviación no es muy grande y el conductor llevas las manos al volante. El coche no conduce solo. También alerta de ángulos muertos y aviso cansancio. El primero muestra un mensaje en el panel de instrumentos y un pitido audible, y si continúa el comportamiento el aviso es permanente hasta que el conductor reacciona pulsando un botón. El segundo avisa de pérdida de atención del conductor. Especialmente práctico es el aparcamiento automático, que identifica el espacio y el conductor sólo tienen que actuar sobre acelerador y freno, y seleccionar la marcha. Desde 17.700 euros Ya se admiten pedidos de la primera fase del lanzamiento en la carrocería 5 puertas, con tarifas desde 17.700 euros con motor de gasolina 1.6 de 105 CV y acabado Trend. Más tarde hará su aparición el sedán de 4 puertas y el familiar Wagon. A finales de 2011 llegará la variante más deportiva, con motor turbo de 5 cilindros: el ST de 250 CV. La gama incluye 3 diésel de 95, 115 y 163 CV, y 4 gasolina de 105 a 180 CV. El cambio de serie es el manual Durashift de 6 velocidades. El diésel de 163 CV puede llevar un automático de doble embrague Powershift de 6 relaciones, con un sobreprecio de 1.500 euros, que depués de probarlo nos parece una magnífica inversión. Durante las pruebas realizadas en diversas carreteras de las serranías gaditanas, constatamos el funcionamiento del control de par vectorial, que en giros frena ligeramente la rueda tractora interior y traslada más par a la exterior. Una eficiente ayuda para trazar con seguridad. Otro de los aspectos dinámicos que nos dejaron buenas sensaciones ha sido el relativo a las suspensiones, a la altura de las mejores, pues sobresalen por equilibrio entre seguridad y confort.