04 May Los empresarios empeoran su valoración de la situación económica actual pero mejora la perspectiva para los próximos doce meses
La CEOE y la empresa KPMG han publicado los resultados del tercer sondeo ‘La empresa española ante el COVID-19’, que recoge las respuestas de 693 directivos y empresarios españoles de 25 sectores a una encuesta llevada a cabo entre el 13 y el 17 de abril.
El sondeo refleja que los directivos empeoran notablemente su valoración de la situación actual. Sus previsiones para los próximos doce meses también son negativas. El 74% la considera mala o muy mala, frente al 53% del sondeo anterior. Sólo un 6% afirma que es buena.
Para los próximos 12 meses, las previsiones se mantienen estables con respecto al último sondeo, aunque con una leve mejora. El 67% de los empresarios y directivos encuestados estima que la economía española irá a peor en 2020, frente al 72% de los encuestados a finales de marzo.
Las empresas españolas son ya conscientes del impacto de la pandemia por COVID-19 en sus principales magnitudes de negocio. Los directivos empeoran sus expectativas de facturación, contratación e inversión con respecto al último sondeo. Los planes de internacionalización también se moderan. El 77% de los empresarios encuestados considera que su facturación se verá reducida en 2020, frente al 70% de la quincena anterior. El porcentaje de directivos que prevé que su facturación aumente se mantiene estable, situándose en el 12%.
En cuanto al empleo, la mitad de los empresarios encuestados, el 51 %, anticipa que tendrá que reducir su plantilla, en comparación con el 43% del sondeo anterior. Sólo un 8% prevé aumentarla. El porcentaje de directivos que mantendrá su plantilla se sitúa en el 41%.
Las expectativas de inversión también disminuyen. El número de directivos que considera que reducirá sus inversiones en 2020 pasa del 56% del sondeo anterior al 64%. Los empresarios que esperan incrementarlas descienden hasta el 12%, desde el 18% de finales de marzo.
Por otra parte, los empresarios mantienen una actitud conservadora ante la internacionalización de sus compañías. El 38% prevé mantener igual su presencia en otros países y un 19% anticipa que la reducirá. Sólo un 12% de los encuestados afirma que la aumentará.
Las medidas adoptadas para combatir el COVID-19 están afectando al normal funcionamiento de las empresas. Un 55% de los encuestados considera que la estrategia comercial y los ratios de liquidez son los ámbitos que están experimentando un mayor impacto. La gestión de personas, que hasta ahora había sido considerada el área más afectada, se sitúa en tercera posición con el 47%.
Las medidas de confinamiento adoptadas para limitar la expansión de la pandemia han tenido un impacto directo en la actividad de las compañías. Casi una cuarta parte de los empresarios (24%) ha visto reducida su actividad a menos del 10%. Solo un tercio de los empresarios (32%) asegura haber podido mantenerla por encima del 80%.
La paralización de la actividad productiva ha obligado a los empresarios a adoptar medidas en el ámbito laboral con el fin de limitar los efectos de la pandemia y asegurar su funcionamiento y actividad cuando la emergencia sanitaria acabe. Más de la mitad de los empresarios señala que ha aplicado ERTE: un 35% lo ha hecho por fuerza mayor y un 16% por causas productivas. La aplicación de bolsa de horas (25%) y la anticipación de vacaciones (23%) son otras de las medidas destacadas que han puesto en marcha las empresas para limitar los efectos de la actual coyuntura.
Algunas de las medidas adoptadas por los empresarios para limitar los efectos de la pandemia están relacionadas con la remuneración de los empleados. En este ámbito, el 38% de los directivos anticipa que reducirá la compensación general total de la plantilla y un 34% revela que introducirá modificaciones en la retribución variable de plantilla y directivos para 2020.